Un proceso “Carve-Out” de separación es muy complejo y requiere mucho cuidado en su preparación e implementación. En muchos casos, se subestiman el tiempo y los costos involucrados en la extracción (y en ocasiones la venta) de las partes de la empresa. El proceso completo de separación suele durar entre seis y dieciocho meses y, a menudo, se lleva a cabo bajo una presión competitiva considerable.
Algunas razones para un Carve-Out:
Dado que generalmente no hay recursos humanos internos disponibles para la planificación e implementación de un proceso de separación e integración, un Gerente Interino experimentado y altamente calificado puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso del proceso.
El primer factor crítico de éxito es que la junta directiva eliga al Gerente Interino y lo apodere para iniciar los pasos necesarios. El segundo factor de éxito, dentro del área de competencia del propio Interim Manager, es un buen liderazgo y una cooperación constructiva con los empleados.